A ESTE COCODRILO NO LE GUSTABA NADA-DE-NADA QUE LE TOCÁSEMOS LAS MUELAS.
A LA OTRA CLASE VINO UN PERRO... ¡QUÉ PERRO! YA LE VERÉIS.
SI QUERÉIS PODÉIS TRAER ALGÚN JUGUETE DE LOS QUE LES HAN TRAÍDO LOS REYES PORQUE LA VERDAD ES QUE ESTOS LES HAN DISFRUTADO MUCHO.
Solo con ver la cara de felicidad de mi hijo me lo puedo imaginar
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